miércoles, 1 de agosto de 2012

sábado, 30 de abril de 2011

Sobre el movimiento estudiantil

(Texto realizado a partir de una circular de anarquistas grupados en la Córdoba de los 70')

El gobierno intenta dar cauce a la necesidad de desarrollo y de organización de trabajadores y estudiantes, pero a través de los dirigentes, de las tendencias, de los partidos políticos, de las direcciones sindicales y de los organismos verticales, para controlar y enfriar la situación política. Le teme a la espontaneidad, a las autogestión y la organización horizontal. Le teme porque es una fuerza revolucionaria que puede poner en crisis los cimientos del sistema, pues cuando se desata no puede ser controlada.

Después de los sucesos del 2001 algo cambió en la política argentina post-dictadura. El gobierno volvió a temerle a la gente en la calle. Necesariamente, quien heredara el trono presidencial, debería sumar fuerzas y elaborar una nueva estrategia gubernamental. “Todo debe cambiar para que todo siga igual”, el peronismo nuevamente en el poder, pero un peronismo reciklado. Para ello cuenta en lo inmediato no mas de lo con lo que ya tenía: las direcciones sindicales y los sectores políticos activos. A esto suma algunos medios de comunicación que difunden un discurso progresista que atraviesa a diferentes sectores, intentando ocultar un Estado burgués que reparte migajas. A su vez moldea ideológicamente una oposición de derecha que los posiciona a la izquierda. Negando e invisibilizando al resto de las fuerzas y conflictos, e incluso persiguiendo, asesinando y encerrando a luchadores populares.

En este marco se da un proceso de burocratización del movimiento obrero y  estudiantil, con la intención de condenar a las masas a la pasividad. Basta ver el funcionamiento de los sindicatos mas importantes. Los dirigentes se venden a la patronal, ganan fortunas traicionando a sus compañeros y persiguen con sus patotas a aquellos que quieren organizarse de manera autónoma. El gobierno, contrariamente a su discurso, apaña estas formas y no reconoce la lucha de los trabajadores desconociendo sus sindicados a nivel jurídico, negando la libertad sindical.

El fracaso de esta nueva estrategia está en nuestras manos y las respuestas que podamos dar por medio de la autoorganización, concretando un sindicalismo revolucionario autogestado y horizontal. Depende también de las respuestas que puedan dar las minorías activas que a diferencia de los partidos no se propongan dirigir el movimiento, ni darle la verdad política ya elaborada, sino que por el contrario, traten de desarrollar estrategias a partir de su propia acción, de la iniciativa común y la conciencia de que el carácter revolucionario del movimiento no consiste en su adhesión al programa abstracto de una minoría política ilustrada, sino en que deben ser las masas en su conjunto y desde la lucha, desde la misma acción, las que elaboren creativamente sus perspectivas políticas comunes.

NO ALINEACIÓN: INDIFERENCIA?

¿Qué sucede a éste respecto con el movimiento estudiantil? Ahora, como antes del estudiantazo, la mayoría de los estudiantes están al margen de la lucha política, no sólo por indiferencia sino por cansancio y escepticismo frente a una ficción del movimiento estudiantil provocada por las luchas entre tendencias y el acatamiento indiscutido, incondicional y ciego de una política digitada por grupúsculos. En el imaginario social, estar politizado y ser militante político estudiantil, consiste en la sencilla tarea de poder recitar frases vacías pero altisonantes y memorizar esquemas de la realidad que las direcciones de las tendencias elaboran para consumo de sus adherentes y para encarar con honor la histérica tarea de la lucha ideológica con otros pequeños grupúsculos. Por su parte las estudiantes no están dispuestos a enajenar su voluntad política, su iniciativa y su propio pensamiento en las tendencias. Por eso muchos permanecen marginadas de los conflictos, a pesar de tener amplias preocupaciones -sindicales, universitarias, político-sociales- con respecto a sus propias vidas pero también a la de los demás. Podemos afirmar también que no son pocos los que cuestionan radicalmente el capitalismo, e incluso muchos conciben al comunismo como un camino hacia la liberación del hombre, de su trabajo y de su vida. Solo que no encuentran el modo apropiado de concretar una lucha sin tener para ello que enajenarse y depender de los grupos políticos tradicionales.

CAMARILLAS O MOVIMIENTO ESTUDIANTIL

Sin embargo estamos todavía acostumbrados a considerar que el movimiento estudiantil son los partidos. Respondemos terminantemente que no! Pues un movimiento estudiantil no consiste en un conjunto de grupúsculos o tendencias minoritarias que crean la ficción de un accionar conjunto de estudiantes, aunque en su definición formal comprenda a todo el estudiantado. Lo que formalmente constituye una universalidad abstracta, en los hechos no es más que un conjunto de grupúsculos que impiden la construcción de un movimiento estudiantil real. Debemos pues, aclarar QUÉ ENTENDEMOS POR MOVIMIENTO ESTUDIANTIL. Un movimiento estudiantil está presente con el cuerpo y no formalmente, se da de hecho y no de derecho, se estructura desde abajo a partir de la discusión y la lucha y no que se decreta y se establece como una superestructura. Pero además un movimiento estudiantil es siempre un movimiento de masas. Está formado por el conjunto de los estudiantes reales y cada uno de ellos y no por estudiantes fantasmas. Una estructura abstracta no es un movimiento estudiantil, pues detrás de ella no están en realidad los estudiantes, sino que, como bien lo denomina el sistema burgués, SON UN SISTEMA REPRESENTATIVO, que solo puede representar a lo que no esta presente, a lo que no es. La representación es pues un concepto formal que en los hechos constituye un instrumento de dominio, de poder y de anulación de la voluntad, de la acción y de la decisión.
Decimos pues, un movimiento estudiantil debe ser real y de masas. No existe por lo tanto un movimiento estudiantil en la mayoría de nuestros lugares de estudio. ¡HAY QUE CONSTRUIRLO!
Ahora bien, todos sabemos que las tendencias también se proponen construir un movimiento de masas. No es justamente lo que puede ponerse en duda respecto a su existencia. Si no pensáramos que las tendencias también se proponen en definitiva producir la revolución, no estarían dentro de nuestras preocupaciones críticas. No son las intenciones las que criticamos sino lo que producen en los hechos a partir de la METODOLOGÍA que ponen en la práctica y la ideología que la sustenta.
POR ESO AL DECIR QUE TAMBIÉN SE PROPONEN ORGANIZAR A LAS MASAS LO QUE NOS INTERESA ES SABER POR QUÉ NO LO LOGRAN, Y POR QUÉ, MUY POR EL CONTRARIO, PRODUCEN UNA ESCISIÓN ENTRE ELLAS Y LAS MASAS, tal cual hemos descripto, que constituyen dos estructuras, se podría decir, antagónicas. Analicemos entonces en qué consisten metodológica e ideológicamente las tendencias.

LA LUCHA NO REVOLUCIONARIA

Todo partido revolucionario se forma a partir de un determinado análisis de la realidad y de una concepción general, en base a la cual elabora una estrategia que debe ser implementada por las masas. Por un lado, esa estrategia está separada de la praxis concreta, y además, es elaborada de manera verticalista. Las tendencias deben luchar  entre ellas por imponerle un programa político y un plan de acción a las masas, controlar el movimiento y capitalizarlo para fines políticos que consideran auténticos y verdaderos. Tenemos por un lado a los que piensan y por el otro a los que actúan. Muy por el contrario, un movimiento estudiantil debe estructurarse sobre la acción, sobre la experiencia, sobre la vida, y la teoría y la ciencia sobre esta conciencia de la vida. Como bien decía Marx no es el pensamiento el que determina la vida sino la vida la que determina el pensamiento.
Así pues las masas pueden elaborar a partir de su acción, de su experiencia y de su vida en una estructura social concreta, todo aquello que las tendencias se endilgan como actividad específica. No queremos hacer la revolución para sumir a los hombres en la miseria de nuevos esquemas y de nuevos sistemas de explotación dictados por nuevas minorías ilustradas, nuevos tecnócratas de la ciencia de la revolución, sino para liberarlo y que a partir de su propia capacidad de creación pueda producir su vida. A la metodología vertical y autoritaria, pues, hay que oponerle una nueva metodología horizontal y libertaria. No se trata de suprimir la organización sino de lograr la organización que es propia de las masas, esto es, la autoorganización que es siempre horizontal. Las tendencias confunden unidad con centralización. La descentralización es superior a la centralización. La espontaneidad de las masas que se levantan puede devenir en un pensar estratégico, puede autoorganizarse, puede constituir un movimiento sindicalista revolucionario. Así, pues, a través de la práctica de la democracia directa, esto es, de la libre participación de todos y cada uno en las discusiones y en las decisiones, a través de la acción directa, que es la acción realizada por todos en común acuerdo y sin intermediarios, y por medio de la autogestión, que es la autoorganización, es como se concreta la constitución de un movimiento sindicalista revolucionario que elabore su perspectiva políticamente desde abajo y a partir de la acción.

“BASES” PARA UN MOVIMIENTO

Pues bien, hemos dicho antes que no existe un movimiento estudiantil y que hay que construirlo. Debemos pues ver cuáles son sus objetivos y cómo se constituye. El movimiento estudiantil debe tener como principal objetivo el cambio de las instituciones educativas. La crítica a fondo de la educación actual no se va a encontrar ante deficiencias materiales o instrumentales, sino ante un determinado contenido de la enseñanza, de los programas de estudio y de las cátedras, pues lo que el sistema educativo forma en sus universidades y terciarios es a los tecnócratas del régimen, a los instrumentos de la dominación de clases.
El objetivo de un movimiento sindical será entonces el cambio del contenido y la forma de la enseñanza. La única garantía de éste cambio es que los estudiantes intervengan directamente en él. Pero todos sabemos que esto es muy difícil si no se cambia la sociedad de clases. No existe la institución aislada, es una abstracción. La crítica de la escuela actual y su transformación pasan por la crítica y la transformación de la sociedad. El objetivo del movimiento estudiantil debe ser sindicalista revolucionario. Pero obviamente la revolución no la realiza el movimiento estudiantil y es allí donde éste se encuentra con el sindicalismo revolucionario obrero. Con respecto a este encuentro sólo podemos decir que no se puede fabricar una abstracta unidad obrero estudiantil, sino que la unificación se dará en la lucha.
El movimiento estudiantil por constituir debe ser sindicalista revolucionario, PERO SU CONSTITUCIÓN NO SE DECRETA. Debemos sentar las bases para su formación, formar grupos de discusión y acción directa en todos los espacios. Hay que borrar la funesta discusión monologada y la lucha sectaria de las tendencias. Aun no se sabe discutir y hay que aprender a hacerlo, de manera abierta, libre y constructiva con la participación activa de todos. Debemos aprender a pensar por nosotros mismos sin que nos den los pensamientos ya elaborados para ser repetidos. Debemos desarrollar nuestra imaginación y nuestra capacidad creativa. Debemos realizar un nuevo tipo de acción que es la acción directa, determinada por la iniciativa propia y común de los que la realizan, sobre la base de la previa discusión, y no determinada desde afuera y realizada por mediadores o representantes estudiantiles. Hay que acabar con los representantes de cualquier género, con los líderes, con los dirigentes. Hay que acabar con la alienación de la iniciativa propia, para que cada uno asuma el papel y la responsabilidad que le toca dentro del proceso de transformación social. De éste modo la lucha va a ser asumida por todos y todas. Al mismo tiempo debemos reivindicar una nueva forma de asamblea, que no sea escenario para el lucimiento o la vergüenza de los partidos, si no un espacio de discusión de todxs para lo político. Esto, creemos, es el único modo de lograr constituir UN MOVIMIENTO ESTUDIANTIL PARA LA LUCHA POR NUESTRA EDUCACION, POR EL COMUNISMO Y LA ANARQUÍA!

domingo, 2 de enero de 2011

La Idea del Comunismo (Alain Badiou)

"Los revolucionarios están desunidos y débilmente organizados, amplios sectores de la juventud popular han sido ganados por una desesperación nihilista, la gran mayoría de los intelectuales son serviles. Oponiéndonos a todo esto, tan aislados como Marx y sus amigos en el momento del retrospectivamente famoso Manifiesto del partido comunista de 1848, somos más y más numerosos, sin embargo, a la hora de organizar procesos políticos de tipo nuevo en las masas obreras y populares, y a la hora de buscar todos los medios para sostener en lo real las formas renacientes de la Idea comunista. Como a principios del siglo XIX, la cuestión no es la de la victoria de la Idea, como será el caso (y demasiado imprudente y dogmáticamente) en el siglo XX. Lo que importa ante todo es su existencia y los términos de su formulación. En primer lugar, dar una fuerte existencia subjetiva a la hipótesis comunista, tal es la tarea de la que se absuelve a su manera nuestra asamblea de hoy. Y es, quiero decirlo, una tarea excitante. Combinando las construcciones de pensamiento, que son siempre globales y universales, y las experimentaciones de fragmentos de verdad, que son locales y singulares, pero universalmente transmisibles, podemos asegurar la nueva existencia de la hipótesis comunista, o más bien la de la Idea del comunismo, en las conciencias individuales. Podemos abrir el tercer período de existencia de esta Idea. Podemos, y por tanto, debemos".

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La naturaleza humana: justicia versus poder - Debate Chomsky / Foucault

En noviembre de 1971, la televisión holandesa transmitió un diálogo entre Noam Chomsky y Michel Foucault, moderado por Fons Elders, que se inscribía en la serie de encuentros organizados por el International Philosophers Project. Ya en la presentación del encuentro, y anticipando lo que posiblemente ocurriría, Elders caracterizó a los oponentes como "dos obreros que estuviesen perforando el túnel en una montaña, cada uno desde un lado opuesto, con instrumentos diferentes, y sin saber si se encontrarán".



La política del maestro ignorante (Alejandro Cerletti)

"En efecto, alguien que no se somete a un orden jerárquico, construido a partir de desigualdades de inteligencia u otra referencia, alguien que no se ve como inferior sino que reconoce y valora su propia capacidad, y se sostiene en su tenacidad, podrá emanciparse".

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sábado, 13 de noviembre de 2010

Actividad en el Joaquín

Charla sobre Pedagogía Libertaria

a cargo de Martín Acri (FFyL – UBA)


Viernes 19 de Noviembre – 19 hs.

en el Subsuelo


Invita: Puño y Letra


“El que sabe más dominará naturalmente al que sepa menos.
Y de no existir entre dos clases más que esta única diferencia de instrucción
y educación, aquella diferencia produciría en poco tiempo todas las demás…”
(M. Bakunin)

A propósito del Maestro Ignorante

Entrevista a Jacques Rancière, filósofo contemporáneo, escritor del libro "El maestro ignorante".

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Presentación


Puño y letra

Al calor de las importantes luchas de los estudiantes y trabajadores que se han vivido en Argentina en los últimos años, observamos que comienzan a surgir experiencias de organización de compañerxs que reivindicamos las prácticas anarquistas. En este sentido somos cada vez más los que hoy queremos aportar al desarrollo de un movimiento libertario del pueblo trabajador. Pero para el desarrollo de dicho movimiento no nos basta con dar una discusión abstracta y teórica sobre lo que el anarquismo es, sino que debemos vivirlo como una alternativa política posible y real.

El anarquismo como nosotros lo entendemos tiene un núcleo fundamental que se basa en los principios de la libertad, la igualdad y la fraternidad. Estos son nuestros medios para alcanzar una sociedad justa de libres e iguales. Pero estos ideales sólo cobran sentido, para nosotros los anarquistas, al calor de la lucha de los oprimidos y explotados frente a los opresores y explotadores, que puede desarrollarse no sólo en el ámbito de trabajo, sino también el estudiantil.

En el Instituto Joaquín V. González, varios estudiantes libertarios que venimos aportando a la lucha desde distintas carreras vemos la necesidad de confluir en un espacio que nos agrupe. Esta necesidad proviene de entender que organizándonos en torno a una misma línea política podemos aportar con mayor fuerza al movimiento estudiantil. Movimiento estudiantil que comienza a resurgir de las cenizas que dejaron los años de la dictadura (con toda su represión a los que queremos cambiar esta sociedad), continuada con años de neoliberalismo (con su ideología del individualismo sin compromiso social). Así surge Puño y Letra. Las ideas que nos unen se sintetizan, de modo general, en los siguientes puntos:

Antiestatismo, porque entendemos que el Estado es una herramienta fundamental de dominación y reproducción de las condiciones alienantes de existencia. Enemigo de la igualdad, legitima y protege la propiedad privada de los medios de producción; enemigo de la libertad, encarcela, institucionaliza y reprime cualquier intento de cambio radical de la sociedad. Por eso rechazamos cualquier salida estatal (parlamentaria o “socialista”) ya que la historia nos ha enseñado que tales recursos no representan más que ataduras para crear una verdadera sociedad de libres e iguales.

Anticapitalismo, basado en el rechazo profundo de un sistema económico que obliga a la gran mayoría a vender su fuerza de trabajo, a vender su tiempo dejando que unos pocos decidan dónde se debe estar, qué se debe hacer y cómo se lo debe hacer, a cambio de un salario para vivir. Creemos que los ideales libertarios no pueden desarrollarse con plenitud mientras el Capital reine, porque su “libertad e igualdad” no son mas que un slogan publicitario, nos pensamos en una relación antagónica con su forma de vida y su organización de la sociedad.

Clasismo, ya que reconocemos en este sistema dos clases sociales antagónicas: explotadores y opresores frente a explotados y oprimidos, apostamos por este último sector como el único capaz de transformar radicalmente la sociedad. Creemos que esta lectura de la historia es fundamental en nuestro Instituto, no sólo porque nos estamos formando como trabajadores de la educación, sino también porque muchos estudiantes trabajan antes o después de cursar. Entendemos que el estudiantado no constituye una clase independiente, pero nos parece importante tener en cuenta que los estudiantes nos encontramos oprimidos por este sistema educativo. Se nos forma para ser meros engranajes del sistema, para que legitimemos el dominio de la clase explotadora a cambio de un mísero salario.

Horizontalismo, ya que consideramos que todos somos iguales rechazamos cualquier postura autoritaria, que busque imponerse sobre los demás. Defendemos la asamblea como nuestro espacio de base a través del cual discutimos y tomamos posiciones en común. Somos un colectivo libertario que tiene posturas determinadas, pero no buscamos imponerlas ante nadie, sino más bien aportar nuestra participación a un movimiento amplio que no nos pertenece y al cual no queremos dirigir, sino potenciar.

Acción Directa, como acción consciente llevada a cabo por todos los interesados y decidida en asamblea, para acabar con la lógica de delegación que impera en el movimiento estudiantil.

Federalismo, como herramienta esencial tanto para la construcción de todas las organizaciones de lucha (estudiantiles, sindicales, etc.), así como también para la sociedad futura que buscamos construir. El federalismo se basa en la integración de lo múltiple, oponiéndose a la idea de la centralización como forma organizativa. Así, buscamos la participación de todos en espacios federalistas basados en la horizontalidad, la democracia directa, y la auto-disciplina (ya que todos participan por voluntad propia y sin que los obliguen, y por lo tanto han de asumir las responsabilidades y obligaciones que esto implica).

Nuestra propuesta:
Quienes nos agrupamos en Puño y Letra queremos resaltar el hecho de que los estudiantes del Joaquín nos estamos formando como trabajadores de la educación, con las implicancias políticas que esto supone. No podemos dejar de pensar nuestro lugar como trabajadores, en relación con el Estado - o con Empresas privadas - y sobre todo nuestro lugar como educadores, función eminentemente política, cargada de sentidos, afectos, valores: cargada de ideología. Queremos aportar a este movimiento estudiantil que está comenzando a resurgir y recorrer un proceso que aún no se ha cerrado. Contamos con las últimas experiencias de lucha enmarcadas en el llamado “Estudiantazo” que dejaron importantes victorias en distintas facultades y colegios secundarios. Consideramos que el anarquismo, a través de sus métodos (horizontalismo, acción directa, solidaridad, etc.) tiene mucho para aportar a la consolidación de este movimiento.

En este sentido, al mismo tiempo que buscamos tener un compromiso activo, buscamos romper con la imagen que los estudiantes en general tienen de las agrupaciones estudiantiles. No buscamos ser la vanguardia que dirija los procesos de lucha ni que siente los marcos de las discusiones, sino que buscamos ser una de tantas expresiones en la construcción de un movimiento estudiantil. En este camino, sabemos que vamos a encontrarnos con distintos compañeros y colectivos que no piensan como nosotros, y como anarquistas consecuentes, queremos discutir de forma humilde y sincera con todos los estudiantes del Instituto, agrupados o no, porque entendemos que un movimiento no puede estar formado sólo por militantes de tendencias políticas, sino que ha de ser la expresión del conjunto del estudiantado que discute y trabaja con una misma perspectiva. Frente a cualquier expresión de sectarismo, buscamos construir la unidad de los estudiantes que luchan por un mismo fin: la transformación de las condiciones actuales de la sociedad en la que vivimos.
Estas son algunas de las propuestas con las que desde Puño y Letra queremos empezar a trabajar en el Joaquín. Invitamos a todos lo que sientan afinidad con ellas a sumarse a este incipiente proyecto, para discutir y aportar juntos a un nuevo movimiento estudiantil que comienza a dar sus primeros pasos con firmeza y decisión.

Podes escribirnos a:
punioyletra@hotmail.com